marzo 10, 2004

Ayer, mientras buscaba los videos que Vero olvidó, encontré las grabaciones que hice entre agosto del 2000 y noviembre del 2001. Quedé asombrada de ver el cambio que nos ocurrió. Además del cambio físico, también pude observar un cambio pisológico, un cambio emocional. Mirar el pasado fue una terapia nostálgica que no muchos tienen la oportunidad de vivir. Definitivamente los mejores años han sido los de universidad. La infinidad de sentimientos experimentados durante los 4 años ya han evolucionado mi forma de pensar y mi forma de ver el mundo. Vernos más gordos, más flacos, más grandes e igual de idiotas (algunos, no todos, pero esos algunos me preocupan) fue extraordinariamente placentero pues me confirma que los años no pasan en balde y que de todo lo malo y lo bueno siempre habrá algo que nos haga sonreír así como llorar por los tiempos que ya pasron y junto con eso, los malentendidos y errores que todos cometimos. Sin embargo pedir perdón ahora es demasiado tarde, ya ni siquiera vale la pena. Los cambios suceden siempre; la vida es tán rápida y cuando menos lo piensas ya estás a semanas de cumplir 24 años. A final de cuentas todos nos herimos y el pasado ya es el pasado. En 4 años veré las grabaciones hechas en el 2004 y pensaré exactamente lo mismo...en fin, qué le vamos a hacer.